El verano de Pipo

La verdad es que Pipo tuvo un verano muy ajetreado, todos los días iba y volvía de Martos a Torredonjimeno, además nos la llevamos de vacaciones a Málaga.

Allí empezó a hacer amigos y a picotear pies.

Iba creciendo y cada vez era más revoltosa, picoteaba todos los papeles, y no paraba de hacer trastadas

Pipo llega a casa

Para contaros un poco esta historia de amor entre mis dos agapornis, tengo que decir que todo empezó hace 11 meses, el 26 de junio del 2009.
Pipo es mi agapornis roseicolli verde ancestral y llego a casa siendo muy chiquitita, con unos 15 - 20 días, como podéis ver en la foto, apenas se sostenía con sus dos patitas.

Para el que se extrañe sobre el nombre, decir que estos pajarillos son muy difíciles de autosexar y como no sabíamos si era macho o hembra decidimos ponerle Pipo. Más adelante supimos que era una hembrita, tanto por su comportamiento como por su ADN.
Era muy graciosa a la hora de comer, en cuanto oía el microondas se ponía a piar como loca y te seguía hasta la cocina. Cuando terminaba de comer le gustaba dormir la siesta, siempre a nuesto lado. Y como es normal con el paso del verano fue creciendo.